Los Inicios#

Publicado el 14 de octubre de 2024

Este primer post será algo similar a Sobre, pero aquí no vengo a hablar de mí, sino a presentar el propósito de este blog. La razón de ser de esta bitácora digital no es otra que la de desafiar el concepto mismo de “modernidad” que se nos ha impuesto en Internet. Me propongo aquí abogar por una vuelta a lo básico, a un entorno en línea que sea ante todo libre, genuino y menos dominado por las grandes entidades corporativas.

La iniciativa detrás de este blog es clara: contribuir a un Internet más sencillo y más libre. Como algunos ya sabrán, soy un firme defensor del código libre o, en inglés, “Free Software”, no solo como un conjunto de licencias o prácticas técnicas, sino como una filosofía que defiende el derecho de todos a entender, modificar y compartir lo que usamos. Hoy en día, la tecnología nos rodea a tal punto que parecería impensable cualquier actividad sin ella, pero en mi opinión, esta dependencia es peligrosa. La verdadera tecnología liberadora es aquella que nosotros controlamos, no la que controla nuestra atención.

La dependencia de la tecnología#

En los últimos años, hemos visto cómo las nuevas generaciones —y me incluyo en ellas— han desarrollado una dependencia casi insana hacia Internet, aunque en esto otro no me incluya a mi mismo, y las tecnologías en general. En mi opinión, esto es consecuencia directa de las grandes tecnológicas que buscan captar la atención de todos, especialmente la de los jóvenes, que son los más vulnerables. Estas corporaciones han perfeccionado el “arte” de la manipulación de la atención, creando un ecosistema de estímulos constantes que dificultan la verdadera libertad de pensamiento y de acción. Por esta razón, creo que debemos regresar a un Internet con menos estímulos visuales, más basado en texto, fotos y colores, y con menos animaciones y menos código privativo detrás.

Es indignante ver cómo cada día, al salir a la calle, prácticamente todas las personas tienen el teléfono en las manos. No puedo evitar cuestionarme hasta qué punto nuestra identidad y autonomía han sido absorbidas por esta pantalla portátil. Sinceramente, pienso que hacer el acceso a Internet tan portátil, tan constante y tan adictivo, ha sido uno de los errores más grandes de nuestra sociedad. La telefonía móvil en sí, es decir, el mero acto de hablar por teléfono, lo considero útil y hasta revolucionario, ya que permite una comunicación rápida y efectiva, algo crucial en ciertos contextos. Sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que llevar un dispositivo móvil también implica riesgos serios para la privacidad: nuestros movimientos pueden ser rastreados a través de las torres de telefonía, y el acceso al contenido que consumimos y compartimos queda registrado.

La invasión del tiempo de ocio#

Pero más allá del rastreo físico y de la privacidad, el daño a nuestra capacidad de atención y reflexión es, en mi opinión, una de las pérdidas más serias de esta era digital. Antes, el tiempo de ocio era un espacio para la introspección, para la observación de lo que nos rodea. Hoy en día, incluso ese tiempo ha sido invadido por la tecnología. Es tiempo, entonces, de reconquistar el espacio y el tiempo para el pensamiento libre, para el aprendizaje por curiosidad y no por imposición. En última instancia, este blog pretende ser una pequeña resistencia, un recordatorio de que otro Internet, y por ende, otra manera de vivir la tecnología, es posible.